vapores

Composiciones y derivas en la inteligencia general 

Escribir como programar

Por Juanjo Conti – 13 de febrero, 2022 | Imagen: “Morse code symbols“, Ken Knowiton, 1999


Desde que empecé a escribir con pretensiones literarias, lo hago como si estuviera escribiendo un programa de computadoras. ¿Qué significa esto? Voy a intentar explicarlo.

¿De dónde sale un escritor? O Sobre el arte de garabatear.

Por Diego Oddo – 06 de diciembre, 2020 | Foto: Diego Oddo


Preguntarse la cuestión ya mil veces formulada y otras mil respondida, de dónde sale un escritor, no reduce el deseo de volver a ella; en verdad acrecienta ese impulso, puesto que cuando hablamos de escritores hablamos de formas singulares de relación entre el lenguaje, el mundo y la vida, acontecimiento siempre novedoso e irrepetible. Tomemos, entonces, un caso particular:

Transpirar como chanchos

Por Dino Dilhos – 5 de junio, 2020


Para salir de la coyuntura o entrar a ella por otro lado, un poema a favor de la transpiración y en contra de la salud.

Los tres mal amados

Por Dino Dilhos – 3 de junio, 2020


Hace unas semanas me hicieron un regalo. Me regalaron un poema de un autor del que nada conocía y del que nada conozco, el poema se llama Los tres mal amados (1943), y el autor es João Cabral de Melo Neto, brasileño y muy conocido según lo poco que googlé de él. Las primeras palabras que articulé, luego de las sensaciones que me despertó, fueron: es un poema sobre amor, canibalismo y libertad.

La dispersión

Por Germán Ulrich – 30 de abril, 2020


Escribí Los ariscos en tres tirones. De algo así como un mes de duración cada uno, a lo largo de un año. Pero de eso me fui dando cuenta con el tiempo, a medida que sucedieron las presentaciones después de publicada la novela. En parte, porque nunca me había parado a pensar en cosas que fueron surgiendo en el encuentro con los lectores. La mirada del otro como disparador.

Notas aleatorias de cuarentena

Por Diego Oddo – 19 de abril, 2020


Hice un amigo epistolar en cuarentena. Él nació en La Pampa y se me ocurrió llamarlo —creo que para su disgusto— mi amigo punkpeano.

A mi amigo punkpeano le pegó bien la cuarentena. Me contó que hacía mucho no escribía ni tenía esa pretensión, pero de pronto empezaron a salirle poemas. Vengo escuchando algo parecido en pacientes que se animaron al Skype. Una chica dijo en sesión: “Me puse a escribí sobre dos ejes: un diario de cuarentena y otro donde analicé por qué algunas heroínas del cine me fascinan tanto”. Agregó: “nunca tuve las uñas tan largas” (se las dejó de comer). Claramente, el segundo ejercicio que ella misma se impuso fue mucho más interesante. Se descubrió a sí misma teniendo fantasías sádicas. No le gustó verse así, pero al menos ya no se come las uñas.

Viejos programadores COBOL al rescate

Por Juanjo Conti – Abril 06, 2020


Según The Register, el alcalde de New Jersey agregó a la lista de voluntarios requeridos para trabajar contra la pandemia del coronavirus a programadores COBOL retirados. Resulta que en los últimos días, debido a los despidos masivos, las solicitudes de pensiones de desempleo se dispararon exponencialmente y el sistema no da abasto. El incremento, se explica, fue de un 1600%.

La familia es una casa y la ciudad es un mapa

Por Analía Giordanino – Sep 24, 2019 – Feria del libro de Santa Fe


Como lectora me gusta abandonarme a la ficción. Suspender mi horizonte de conocimiento me genera infancia lectora, sorpresa, aventura. Algunas obras logran eso por sí solas, y ésta es una. “La rutina” está escrita contra la gran depresión de las ciudades y la familia. Una pregunta en la que pensé mucho mientras leía los cuentos es ¿quién logra sobrevivir indemne a los efectos de las ciudades y de las familias? Y ante el mandato de razonabilidad de que hay que lograr sobrevivir a ellas, la otra pregunta es ¿cómo lo logramos?

¿Libres o encarcelados en el sueño?

Por Enrique Butti – Nov 3, 2019 – Revista Nosotros


“Algunas teorías y algunos esquemas históricos sobre el género cuento se convirtieron en las últimas décadas en imposiciones rígidas y por lo tanto, tratándose de arte, a la larga o a la corta, erróneas.”

En esta nota publicada en la Revista Nosotros, de Santa Fe, Butti saca el hacha para entrar al campito.

La rutina de las máquinas

Por Federico Coutaz – Sep 5, 2019


Las cosas marchan casi todo el tiempo gracias a una cantidad de mecanismos sutiles que solo notamos cuando algo sale mal, dice uno de los narradores de La rutina de las máquinas. Tomamos un café con Diego Oddo, frente a la plaza San Martín. El libro está sobre la mesa.

Músicas para maridar letras

Como bola sin manija

Por Javier Yanantuoni


La vida urgente es el relato de una cabeza atormentada por la serie de imágenes que formatean la sexualidad. Horacio, un profesor de literatura devenido prestamista, no puede dejar de proyectar encuentros sexuales con todas las mujeres con las que se cruza. Son escenas compuestas de secuencias y diálogos provenientes del porno convencional que encienden como una chispa el brasero de su cuerpo y su imaginación y lo arrastran a proyectar posiciones, a degustar de antemano el placer. Y a padecerlo. Lo ponen a correr en falso al punto que el ritmo laboral o de la pareja de pronto quedan fuera de tiempo para él, para su fabulación. Quisiera pasar al acto de una vez. Pero algo se interpone. Esa distancia es entonces combatida con explicaciones y razonamientos y auto-llamados al orden que no sirven de nada ya que los elementos de la voluntad poco pueden hacer con la tropilla desbocada de imágenes que se arremolinan en jornadas de garche, más fuerte que toda advertencia, incluso la que anuncia peligros.

Vayasí, una mirada

Por Javier Yanantuoni – 2018


En el año 1904 la acróbata Antonieta Silimbani había anunciado un número de riesgo en el centro porteño: haría acrobacias con un trapecio a más de doscientos metros de altura, prendida de un globo aerostático Montgolfier. Cerca del mediodía se había congregado una multitud de curiosos en las veredas y en el Frontón Buenos Aires. El viento había empezado a correr más fuerte. Su marido, el capitán del Real Cuerpo de Aerostatos de Italia le sugirió suspender el vuelo. Antonieta no quiso defraudar al público y mandó inflar el globo. La tela de seda y husos de colores tenía algunas roturas que reparó allí mismo con hilo y aguja. Finalmente se ató un par de salvavidas, besó a su bebé y pidió que cortaran las amarras. El globo salió disparado hacia el cielo y una ráfaga poderosa lo arrastró directo hacia el Río de la Plata, donde se desplomó como un meteoro.

El periodismo es una profesión que he parasitado a favor de la literatura

Por Leonardo Pez | lpez@ellitoral.com – 17 oct., 2018


En el marco de la XXV Feria del Libro de Santa Fe, Mariano Pereyra Esteban presentó su flamante novela, “Vayasí”, editada por Contramar. Se trata de la primera publicación del autor en una editorial argentina, luego de “Escorpio” (ganadora del XX Premio de Novela Corta Salvador García), “Catorce nueve” y “Los ferrodontes y otros cuentos” (Ediciones B, México, 2012). En 2009, recibió el Premio Juan Rulfo de París. En diálogo con El Litoral, Pereyra contó que “Vayasí”, en línea con la tradición Jack London, James Dickey, Algernon Blackwood y Horacio Quiroga, recrea “una Santa Fe de mentira. Es la ciudad en la que yo viví, la que me imaginé y la que no conozco más”.