COLECCIÓN: ARTE CALLEJERO || ISBN: 978-987-33-8629-9  || PÁGINAS: 164


Todo payaso o clown tiene que tener su experiencia callejera, embarrarse las chalupas, romperse la garganta, sentirse sin contención, cambiar miedo por adrenalina y transformar las risas en orgullo y monedas.

Después la calle se transformará en muchos lugares y te permitirá transitarlos con la seguridad de quien durmió feliz en una cama de piedras.


Fernando Cavarozzi inició su carrera en 1983, después de la guerra de Malvinas –durante la cual fue soldado y, sin llegar a combatir, permaneció acuartelado hasta el final del conflicto. Se formó en la escuela de mimos de Ángel Elizondo, y no fue hasta 1985 que acuñó su nombre artístico Chacovachi. Fue de los primeros artistas callejeros de Argentina en trabajar el payaso de calle, primero en el Parque Centenario, y posteriormente en la antológica Plaza Francia de Buenos Aires, donde trabajó 15 años y se forjó un nombre como artista de referencia, siendo considerado el payaso de Plaza Francia. Sin duda, su gran aporte al mundo del payaso es su estilo, hablador, contundente, incisivo, directo y que busca la reacción del público mediante veladas reflexiones humanas y sociales, con un marcado humor ácido. Un estilo que marcó tendencia en las sucesivas generaciones de payasos en Argentina.